Además de analizar el top 10 DEFINITIVO de productos más absurdamente caros, en este artículo sobre cómo las marcas de lujo se aprovechan de la gente dispuesta a gastarse cantidades obscenas de dinero para comprar tonterías, vamos a tratar de entender la psicología de edición limitada detrás de productos premium y supuestamente exclusivos de marcas como Balenciaga, Lous Vuitton o Supreme.
Descubre qué trucos mentales hacen posible que haya gente sin miedo a pagar 250 euros por un simple par de calcetines blancos de los que te compraba tu abuela al peso, 300 euros por una botella de agua que parece un jefe final del Elden Ring o 600 euros para llevar una brida en la muñeca.
Ladrillo Supreme
Tenemos que abrir este ranking, como no, con el ladrillo de Supreme. Sí, has oído bien. Un ladrillo por el que algunas personas están pidiendo hasta 2.000 euros en EBay.
Pero buena suerte para ellos, porque a mí no me van a estafar. Basta con una simple consulta en StockX (la web número 1 para conocer el precio de reventa de un montón de productos de marca) para saber que sería de locos pagar más de 200 euros por el ladrillo.
Evidentemente, el ladrillo no sirve para nada. Sólo es un ladrillo. Mira, tenemos que entender que vivimos en un mundo en el que incluso ir al cine se ha convertido en una oportunidad de inversión. Hace poco, con el estreno de Deadpool 3, en los cines de España vendían este cubo de palomitas por 41 euros. ¿Y a que no sabes dónde han terminado la mayoría de estos productos de coleccionista? Pues en Wallapop, claro.
Y lo mismo pasa con la edición limitada de ladrillos que Supreme puso a la venta en 2016 a 30 dólares el ladrillo: colas en las tiendas para hacerse con uno para luego revenderlo. Durante la década pasada esta marca se especializó en vender no sólo ropa, sino literalmente CUALQUIER cosa.
Y quiero decir CUALQUIER COSA. En Supreme saben que por algún motivo, hay mucha gente dispuesta a comprar cualquier cosa que tenga su logotipo impreso.
Y si lo de pagar 600 dólares por un bol de comida para perro Supreme te parece ridículo, espera a ver lo de la brida de Ambush, una empresa japonesa creada en 2012 que, como tantas y tantas otras nuevas empresas de lujo, tiene la esperanza de convertirse en el nuevo Louis Vuitton o el nuevo Gucci, es decir, empresas SI CUELA, CUELA
¿Sabes lo que tienen en común todas las empresas SI CUELA, CUELA? Que conocen el viejo dicho del mundo del marketing: “Si no puedes vender algo, súbele el precio”. Ambush, que ya ha vendido pendientes con forma de alfiler por 600 dólares o pulseras hechas de imperdibles por 800, está apostando ahora por una pulsera de plata, ATENCIÓN, hecha a mano, ATENCIÓN, rebajada de 455 a 300 euros.
Y qué mejor para conjuntar la brida que unos calcetines Brunello Cucinelli, pero cuidado, ni se te ocurra comprar los de 270 euros! ¿Qué te pasa? ¿Eres pobre? Tenemos que ir a por los de kashmir.
Mira cómo nos los describen:
“El hilo lamé despliega reflejos delicadamente luminosos sobre toda la superficie, mientras que la preciosa trabilla con botón, detalle de temporada, se ennoblece con el bordado en Monile brillante, realzando el aspecto reluciente y muy femenino de unos calcetines que cuestan 700 euros. Pero claro, es que tienen un botón. Y el botón es de una belleza impactante, eso es verdad, las cosas como son.
Pero no más impactante que esta camisa de Lanvin con un estampado que parece un bloque del Minecraft bugeado por 900 euros:
O esta otra con un diseño hecho del mismo material del que están hechas las pesadillas, ¡y rebajado de 1.400 euros a 900!:
Botellas de agua de lujo
Pero si lo tuyo no es la ropa, tranquilo, seguro que esto te interesa más: agua. Espero que no seas uno de esos desaprensivos que sigue bebiendo agua mineral embotellada normal porque, por si no te habías enterado, hay que repensar el agua, según nos dicen en la web de Fine Liquids, para intentar vendernos un litro a 7, 30 o 50 euros. Pero mucho peor es lo de Nevaswater, con botellas de agua que van desde los 10 a los 1.500 euros.
Valor real Vs. valor percibido: la importancia del relato
¿Es la calidad de todos estos productos mejor que la de sus equivalentes estándar? Por lo general, sí, pero ninguno vale lo que cuesta porque en esta clase de productos, el valor real es completamente secundario frente al valor percibido.
Y, para ello, nada mejor que la creación de un relato, una historia inflada de montañas de nada, simple exageración y fábula, mediante un sinfín de publicaciones, campañas promocionales, videoclips, ¿de qué diseñador es tu vestido? y, por supuesto, influencers.
Y de eso sabe mucho Balenciaga, la marca favorita de, entre otros, Kanye West. El puesto número 6 de nuestro ranking va para Balenciaga y sus zapatillas destrozadas de 2.000 euros. Aquí, la cosa empieza a ponerse seria y necesitamos explicarte una cosita. ¿Sabías que si vas a la web de Balenciaga te va a ser imposible comprar su bolso modelo patatas chips de 1.500 euros? ¿Sabías que todos los Rolex que hay en las tiendas oficiales de Rolex son de exhibición, y que es casi casi IMPOSIBLE entrar a una tienda de Rolex y comprar un Rolex? Si has visto mi vídeo de TEMU recordarás que esta empresa china tiene como lema el “compra como un millonario”. Pero las marcas de lujo funcionan de forma diferente. Para muchas marcas como Balenciaga, Ferrari o Rolex, comprar como un millonario significa… no comprar. O, por lo menos, tener que hacer esperar al cliente, y que sienta que el hecho de gastarse 10.000 o 15.000 euros en esa marca sea una hazaña, un especie de favor que le está haciendo la marca.
Dicho de otro modo, y volviendo a Balenciaga: ¿cómo no me voy a comprar el chaleco reflectante de 3.400 euros si estos se han dignado a tenerme como cliente?
Algo parecido pasa con la XBOX Gucci de 10.000 dólares. ¿Hay alguna diferencia aparte de que la carcasa les habrá costado un par de céntimos más de fabricar? Pues no, evidentemente, qué clase de pregunta es esa?
Rico pobre Vs. rico tonto
Llegados a este punto se hace necesario hacer una distinción entre RICOS POBRES y RICOS TONTOS. El rico pobre es aquel que necesita que los demás piensen que es rico. Al rico pobre le encanta Supreme y Gucci, por supuesto, una marca que no es conocida precisamente por ser discreta.
El rico pobre busca estatus y tapar con logotipos caros los agujeros de autoestima de su corazón. En cambio, al rico tonto, que por lo general sí que tiene dinero, lo que le gusta es sentirse rico, superior. Especial. Y es para él para quien está pensado el bolso, perdón, el cubo, Calimero Bottega Veneta. Para entender por qué alguien pagaría 14.000 euros por un accesorio que parece un instrumento de tortura medieval tenemos que entender ciertos mecanismos de nuestro cerebro.
Este estudio de 2008 de la universidad de Stanford lo explica muy bien: “los cambios en el precio de un producto pueden afectar a las representaciones neuronales del agrado experimentado”. Para demostrarlo, sometieron a un grupo de personas a una cata ciega, dándoles a probar vinos de precios que iban desde 1 dolar a 90 dólares pero, y aquí está lo interesante: les mintieron. La mayoría de los sujetos dijeron preferir un vino que, pensaban, costaba 90 dólares, cuando en realidad era el de 5 dólares.
¿Te has fijado cómo desde hace ya varios años es casi imposible distinguir el aspecto de un nuevo modelo de iPhone con el de años anteriores y, a pesar de ello, el modelo de iPhone más vendido es siempre el más reciente (y en su versión Pro Max?), a pesar de ser prácticamente igual que el modelo anterior, y más caro? El estudio que mencioné antes nos dice por qué:
Nuestro cerebro experimenta una respuesta neuronal cuando hacemos uso de productos caros
Dicho de otro modo: imaginamos que el iPhone 16 es más caro porque es mejor. Lo mismo con el Calimero Bucket, o con las camisetas de 300 dólares de Mark Zuckerberg, hechas en Italia, a medida y todo lo que tu quieras, sí, pero, quiero decir, una camiseta: 300 dólares. Es de la misma marca que los calcetines blancos de la abuela, y mira su descripción: “Nuestros artículos se fabrican en la aldea de Solomeo, en Italia, respetando la dignidad del ser humano y del trabajo y en armonía con la tierra”. ¿Lo ves? Algunos, necesitan ese relato al que aferrarse. Necesitan sentir que tienen lo mejor y más especial.
Y si no, que se lo pregunten a todos aquellos que se han comprado un bolso Louis Vuitton con forma de avión que cuesta más que algunos aviones: 25.000 dólares.
Tenemos que detenernos un momento en Louis Vuitton para analizar un fenómeno que sirve para entender casi todos los productos de este video. Sabes que, con cada inicio de temporada de la Liga española, el diario Marca saca un anuario con las nuevas estadísticas, ¿no? Pues, en el mundo del lujo, el anuario más consultado es el que hace la empresa Bain & Company. Y te cuento esto porque quiero enseñarte un dato que han publicado que habla por sí solo: los consumidores de clase baja y media representan casi la mitad del mercado mundial de bienes de lujo. Mira también lo que ha pasado en los últimos años con el precio de las acciones de Lous Vuitton, cuyo CEO fue la persona más rica del mundo en mayo de este año. ¿Ves por dónde voy? Si a esto le sumamos las redes sociales y el ascenso imparable de TikTok, parece claro que nunca antes en la historia de la humanidad habíamos tenido mayor necesidad de aparentar. Y el mundo de los bolsos de diseñador es una buena muestra del fenómeno.
La de los bolsos es una batalla muy disputada entre marcas como LV, Chanel o Hermés. Y todas, de nuevo, con algo en común: esa sensación de que nos están haciendo un favor.
En el puesto número 2 de nuestro ranking, unas zapatillas para las que es necesario hacer una aclaración: eso que ves ahí no es una coma. Es un punto.
No cuestan 99 euros, sino 99.525. Y el primer par se vendió por 350.000 dólares. En cuanto a su calidad, estas Air Force son exáctamente iguales a unas normales de 100 euros, pero claro, esa basura para pobres sólo es AIR, mientras que estas son AIR «AIR«. ¡¡¡Corre porque sólo quedan seis!!!!!
Antes de revelar el producto más absurdo de nuestro ranking, tenemos que hacer una mención especial a los valientes emprendedores de Asahi y su botellita de agua en envase de plástico que intentan vendernos asegurando que es un agua de lujo procedente de las montañas Rokko, lugar de origen de la famosa carne Kobe Wagyu y una región donde vive un número especialmente elevado de personas centenarias. Si tú también quieres conservarte eternamente joven, la botella de 600 mililitros te sale por 499 euros.
Y el puesto número 1 de nuestro ranking va, como no podía ser de otro modo, para otra botella de agua: la aqua di cristallo tributo a Modigliani. Mira, ¿ves esta página web que parece diseñada por mi abuela en su primer día de clase del curso de Frontpage 98 del grupo de estudio de la tercera edad “Ni un anciano solo en casa” del Ayuntamiento de Almería? Pues esta es la web del estudio responsable del diseño de esta botella de agua que cuesta 60.000 euros.
Si estás pensando en hacerte con una, te pido por favor que no te precipites. Porque si scrolleamos un poco por la web veremos que también tienen a la venta una botella de agua de 4 millones de euros. Es para pensárselo. Pero para webs bien diseñadas, las de Booking, Ticketmaster, AliExpress y compañía.
Están tan bien diseñadas que, como te explico en este vídeo, tienen trampas por todos lados para intentar que te gastes más dinero del que tenías pensado. ¿Te atreves a hacer click y a descubrir el oscurísimo mundo de los patrones oscuros que manipulan nuestro cerebro?